jueves, 25 de julio de 2013

EL asalto de los Nómadas del Planeta Arena



Al adaptar un relato a otro medio después de muchos años desde su primera aparición es un acto emocionante. Se recuerdan diálogos y situaciones. Uno se da cuenta que ha cambiado y que seguramente los personajes también. Aparecen nuevos interrogantes, cosas que no se habían pensado pero que estaban ahí, esperando que uno reuniese más experiencia para salir. Eso es lo que me pasó cuando tomé el cuento Nómada. Volví a ver a Sálvat como un niño preadolescente junto a su hermanito Dlanki y a los Nómadas. A Ahnloc y a Sombra. Una cosa es hacer la descripción en el cuento. Uno lo tiene definido en la mente, o eso cree. Porque al ponerse con el papel y el lápiz se descubre que detalles muy efectivos en palabras tienen otros resultados en la gráfica. Con todo, supe mantenerme fiel a los objetivos. Aquí pueden ver unas nuevas páginas del comic de Sálvat, la historia continuará…






domingo, 14 de julio de 2013

Sálvat, El Nómada



 Sálvat nació en mi imaginación como personaje de historietas. Fueron muchos los plots que escribí  con cronogramas, mapas, situaciones y diseños. Ese trabajo devino en cuentos que vieron la luz poco a poco en e-zines. La mayoría en uno ahora desaparecido, AURORA BITZINE.
Al terminar el vigésimo cuento con este personaje, me metí de lleno a escribir la novela, el final. Pero a poco de darle forma me invadió una ansiedad irrefrenable de llevar a Sálvat al arte secuencial, a la historieta.
En una carpeta guardaba pilas de bocetos y diseños para los personajes, Incluidos también mapas, vehículos y escenarios. Aunque con todo esto no fue fácil encarar el proyecto. En principio, la adaptación de los cuentos a guion de historieta, genero por si sola una nueva dimensión del personaje. Muchas de las cosas contadas funcionales a los cuentos, a la narrativa, fueron inútiles en la adaptación gráfica. Como cualquier historietista sabe, si se usa bien la herramienta del dibujo se puede contar más que con mil palabras. A la vez, las licencias que uno puede permitirse en el comic son inviables en un cuento. Así fue que aparecieron nuevos personajes y nuevas aventuras.    
El siguiente paso fue encontrar el estilo de dibujo. Ya había agotado las posibilidades con los negros plenos y las imágenes estáticas en La Biblia Negra del Rock. Tampoco quería la estilización casi caricaturesca de Mortal Zombie. Me llamaba más el modo de hacer las cosas que tenían en la revista Skorpio, en la Zona 84 y en Metal Hurlant, los comics de los ochentas.
Una cosa es dibujar una ilustración de Sálvat y algo muy diferente 32 páginas de viñetas con el personaje moviéndose y gesticulando. Sálvat cobró vida. A medida que terminaba una nueva página más me integraba a ese mundo post apocalíptico donde los mares tragaron casi toda la tierra firme y los océanos están contaminados. Fue familiar la idea de que unos robots artillados vagaran en grupos buscando asentamientos humanos para exterminar y que pueblos oprimidos vivieran hacinados en ciudades amuralladas. El concepto original era recrear un personaje con rasgos emparentados a los héroes de fantasía heroica en un trasfondo de ciencia ficción. Al volverse consistente la personalidad de Sálvat, aquella idea inicial se diluyo  por completo.
Fueron otras lecturas las que marcaron mi camino. Algunos piensan que MARK y OR-Grund de Robin Wood influyeron. No conscientemente estoy seguro. Aunque leí esas historietas. No, mis guionistas favoritos de CF durante mi adolescencia fueron Trillo, Emilio Balcarce y Ricardo Barreiro. Fueron los dibujos de Juan Zanotto,  Juan Giménez, Horacio Altuna y Lucho Olivera los que poblaron mi mente llevándome a otros mundos y otras épocas. En ese humus germinaron todas mis ideas.


M.C.Carper